X- Cupidos

Reza un breve y deforme remedo de Iván, en palabras balbuceantes y caligrafía a gatas...


1

Estoy aquí, la nostalgia de un recuerdo me hace compañía;
es un recuerdo especial, porque es el recuerdo que tengo de ti…
…A veces quisiera verte, para  correr hasta ti y poder contemplarte;
a veces quisiera escucharte, para tratar de ahogar tus palabras con un delicado beso;
porque te quiero tanto o más que cuando éramos lo que fuimos.

2

Enajené tu cuerpo en una cita clandestina
y llenaste de colores el velo negro que cubre la noche,
la pasión invadió nuestro ser,
sembrando la espera de mi mayor anhelo después de ti…
Gracias por darme la dicha de ser padre.

3

Un día; ayer, hoy, ¿cuál es la diferencia?
Tu presencia inigualable ilumina todo mi ser
llenándolo de regocijo y del ansia constante
de amarte por siempre…

4

A ti sofisma y verdad, creadora de sombras y dudas;
ave mítica que de mi boca es beso sin ser beso,
de mi ser fuente y dogma de toda  inspiración,
mujer a quien amo; como Romeo a Julieta
como Efraín a María,
como solo yo a ti…

5

Dame la oportunidad de vivir en santa inquisición contigo,
quemarme con la llama de tú amor,
tratar de colmar mi red con el producto de tus poros
hasta que la fatiga de nuestro clímax nos obligue a dormitar…

6

Romanticismo cruel y barroco,
algunas veces simple, otras sublime;
quizá eufórica utopía de nuestra felicidad,
pero siempre mi constante deseo de vivir…

7

Un día de estos voy a robar un libro.
Un libro de poemas para ti.
O quizá te robe a ti,
poema  arrancado de las páginas de un libro especialmente para mí,
porque eres mi sueño, mi vida, mi amada, mi obsesión…
mi eternamente tú…

8

Una rosa se está apagando,
su polen, néctar de la bebida de Baco;
sus pétalos, lecho donde Penélope y Ulises sucumben al deseo;
sus espinas, fortaleza y defensa de Troya;
sus hojas, poema del rapsoda Homero;
su savia, seno y alimento de Rómulo y Remo.
…La misma flor, inmortal y siempre en primavera;
lo que siento por ti.

9

Eres mi todo; mi mundo perfecto,
mi doble moral del bien y del mal,
mi génesis pero también mi apocalipsis,
eres el motivo de mi espera pero también de mi desesperación,
eres mi utopía y mi gran verdad,
eres todo lo que tengo y no tengo..
pero lo único que importa es que
eres la mujer a quien amo.

10

Quiero que me obsequies un momento.
Un momento que sea un recuerdo.
Un momento donde tu mirada se pierda en la mía.
Un  momento donde tus labios me guarden un beso.
Un momento donde tus manos se diluyan en una caricia.
Un momento donde la distancia de nuestros cuerpos desaparezca.
Un momento que me dé la certeza que me quieres tanto como yo a ti.

11

Soñador desquiciado que omite sueños;
aventurero sin odisea, pero contigo Penélope,
corsario que se lanza a la mar en un vaso de agua,
caballero que se debate en duelo por y con la mujer a quien ama,
sicario perfecto asesino de todo y de nada,
mercenario que se vende a tu merced,
prófugo prisionero del destello de tus ojos,
bohemio que se embriaga cada noche con la figura de tu fotografía,
esclavo aferrado a las cadenas de tu pasión.
Todos y uno, polifacético personaje
Que te ama como siempre y un poco más.

12

Es una tarde gris…
Todo a mí alrededor se me va, entre la triste nostalgia de tu recuerdo
que hace poco surgió con tu “nos vemos mañana”,
y la alegre ilusión de tenerte nuevamente entre mis brazos…
Y es que cuando de nuestro lecho
poco después de la lucha pacífica y el vaivén de nuestros cuerpos
que nos da éxtasis, pasión libertad;
no me queda más que decir, sino;
Te amo!

13

Déjame contemplar contigo la luna
abrigar tu cuerpo con mi abrazo,
saciarme con tus labios
y quedar absorto después de escuchar
un te amo, desprevenido de tu voz…

14

En el umbral del laberinto
el eco que deja la fragancia y el calor de tu piel,
se constituye en el oasis que sacia mis deseos,
por ello tu regazo sería el lecho perfecto
para dormitar por toda la eternidad.

15

Al amanecer siento tu presencia diluida en el alba,
como el ángel que me guarda;
te escucho durante el día hasta en el respirar de las plantas,
y cuando ha llegado la noche, el fruto de mis sueños eres tú.

16

Cuando lejos de mí te halles,
cuando el ocaso sucumba al día
y el recuerdo invada tu ser, podrás notar el llanto tácito de mi alma
que desde algún lugar clama por ti,
podrás –aunque pasen los días y los años-
notar la sombra del deseo que quiere nuevamente unirnos,
podrás notar mi sufrimiento y tal vez el tuyo,
podrás notar que me llevas en ti aún cuando quieras olvidarme,
porque yo, solo yo te he querido, te quiero y te querré como nadie…
aunque pasen los días y los años, porque simplemente
somos el uno para el otro desde tiempos inmemorables.

17

Sufro cuando no te tengo,
cuando con él estas,
pero mis lagrimas no rozan mi rostro
porque el llanto quiere esconder su cobardía…
Sin embargo cuando te tengo
derrocho palabras de amor musitadas a tu oído, entre tanto,
mi cuerpo yace en tu piel cual esclavo de nuestro pecado.

18

A ti, rara obsesión; mí gran anhelo;
mujer de cuyos labios he besado sin haberlos tocado;
y también, mujer con quien sueño
y a quien amo.

19

Te ofrezco el respirar de mi aliento,
el recuerdo de nuestra poca distancia,
mi incertidumbre por verte
y el poco amor que aún me dejas.
Te lo ofrezco todo, a cambio
de la certeza de que siempre estarás a mi lado.

20

Soñé en otro tiempo y otro karma;
cuando  era zapatero y andaba sin zapatos,
cuando naufragaba en el idilio de una princesa,
y por ella cambiaba el color de la fresca fruta
por el acorde de una balalaika, o el verde de mi guitarra
por el azul naciente de un nuevo día…
Fue por ella, que dejé un legado: amarla en el futuro;
Y hoy futuro pasado, te sigo amando.

21


Desde el ayer equidistante en que mi mirada cruzó la tuya; en que mi ser se llenó de la niña que hay en ti, de tu arrojo a lo desconocido, de las tres lagrimas que se precipitaron en el dolor de tu ala maltrecha y de tu sonrisa atrayente; la utopía del recuerdo futuro conmovió la gárgola de este ingrato corazón y desbordó el cauce normal del rio escarlata, haciendo que el pensamiento volara a los confines de tu cercanía para como el Divino Marques disfrutarte, como el Conde Vlad abrigarte con mi abrazo, como el  Chevalier de la charrette ganar tu devoción, o como el simple mortal que soy robar el aliento de tus labios.
Quizá estas líneas estén llenas de magna pretensión, y aun cuando no logren un único beso,  al menos dejarte de manifiesto que has encantado a esta alma con tu sublime hechizo, y que eternamente subordinaré mis deseos a los tuyos; pues a fin de cuento la decisión siempre será tuya….

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